jueves, 28 de junio de 2012

Previa Universitrail


Este sábado disputaré la Universitrail, segunda cita del Circuito Adidas Trail Running Gran Canaria, que como el propio nombre de la prueba indica, sale de la Universidad de Las Palmas para, atravesando el Fondillo, adentrarse por la loma que cruza Barranco Seco, San Juan de Dios, llegar al barrio de San Juan, serpentear y bajar por sus angostas y mareantes escaleras, cruzar la Autovía del Centro y subir todo el Barranco de Guiniguada hasta llegar nuevamente al campo de fútbol universitario.
Perfil de la prueba.

Es una carrera corta, al sprint, sin mucho desnivel salvo por la subida del último kilómetro, pero con trampas. Trampas como la zona de escaleras de San Juan, o como el Barranco de Guiniguada, que es parecido al de Tenoya…pero subiendo.

De resto poca historia mas, salvo las maravillosas vistas que ofrece sobre nuestra ciudad y el paso por antiguos regimientos militares que dejan al descubierto parte de la historia de la isla.

A priori es una prueba que no me gusta y que se me va a dar mal, pues siempre suelo llevar un ritmo progresivo al que sufro mucho para llegar, y me temo que cuando más a gusto empiece a encontrarme…la carrera ya estará acabando. A todo ello si le sumamos que al principio hay que salir bastante más fuerte que en el resto de carreras, aventuro que en los primeros 45 minutos voy a sufrir como nunca, y eso me preocupa. Con 6 kilómetros más estaría mas tranquilo.

Y digo tranquilo porque hay mucho en juego. Aparte de la carrera y la categoría en si, estoy encuadrado, al ser universitario, en el Trofeo Rector, y por si fuera poco entre los amigos hemos apostado que quien llegue último paga una cena al resto, y no tengo ninguna intención de ser yo el anfitrión.

El entrenamiento de esta semana ha sido de descarga, salida el lunes en bici de aproximadamente 24 kilómetros con subida hasta Valleseco, el martes tocó correr por Las Canteras 8 kilómetros, y hoy jueves 10 kilómetros de Trail por Osorio. Después de la paliza del sábado pasado -45 kilómetros entre Teror y Agaete por la cumbre- tocaba dosificar.

La única duda que tengo ahora mismo es el calzado, si volver a confiar en mis Salomón o decantarme por las fiables Adidas Kanadia; y si llevaré música. También si persiste el calor habrá que plantearse llevar el camel-back en vez de cinturón.

Y la principal duda es mi pierna derecha. Llevo unos días arrastrando una ligera molestia en la pantorrilla que se ha agravado tras el último entrenamiento. Es como si me movieran la tibia como una batidora y agitaran todos los músculos. Ya me pasó la semana antes de la Transgrancanaria y parece que vuelve a la carga. Toca aplicar hielo en la zona, crema, masaje con pelota de tenis y ponerme las Compressport el día antes. Dicen que no hay gloria sin sufrimiento…

Mi dorsal para la prueba.


Dicho esto pasamos a enumerar los objetivos:

Tiempo: Me gustaría bajar de 1:45, pero va a estar muy complicado, pues en el último entrenamiento yendo a un ritmo medianamente alto llegué justo en 2 horas.
Aquí entra otra de las curiosidades, pues se que el grupo “lento” de entrenamientos realizó la prueba en 1:40. 20 minutos menos que yo…”cógelo Cuco”.

Puesto: No me lo planteo. El percal se está vendiendo muy caro en el Trail Running últimamente. Somos 350 corredores, estar por encima del 175 que sería la media aritmética se podría considerar un éxito notable.

Ganarle a mis amigos para disfrutar de una cena a su costa: Son muy rápidos, va a estar complicado.

Trofeo Rector: Desconocimiento absoluto, a ver donde podemos estar.

Por último, en esta carrera puedo cumplir una de mis mayores ilusiones como runner al pasar por meta, pero los deseos no se dicen que si no…no se cumplen.

En la crónica veremos como fueron las cosas. ¡Hasta entonces!

domingo, 24 de junio de 2012

Crónica The North Face Transgrancanaria 2012


Jueves 28 de febrero, voy camino de la Plaza de la Música con mi amigo Román para recoger la bolsa del corredor. Cuando llego empiezo a darme cuenta de donde me he metido, para los amantes de los rallys, lo que se vive en The North Face Transgrancanaria es algo muy parecido al ambiente que se genera en el Parque de Santa Catalina con nuestro Rally Islas Canarias. Ese olor particular que emanan las grandes citas.

Recogemos el chip, bolsa, peto y los datos de la prueba y ya que estamos damos una vuelta por la feria del corredor, quiero comprármelo todo, pero me conformo con un Buff. De esta forma queda aparcada la prueba hasta el sábado, aunque el viernes vuelvo a revisar el perfil y la estrategia de carrera, que no era nada compleja: Ir tranquilito y llegar a la meta, a ser posible antes del último y si por casualidad bajaba de las 3 horas sin necesidad de ir directo a la medicalizada del SUC...éxito absoluto.

El recorrido en sí no ofrece muchas complicaciones, casi todo en bajada con solo 3 subidas de importancia. Lo único preocupante es el principio, pues los 3 primeros kilómetros se hacen subiendo y empezar así no me gusta nada. Luego quedaría el temido Barranco de Tenoya y sus innumerables trampas, donde habría que tener especial cuidado. El resto estaba medianamente claro.

El material para la prueba. Ya he "jubilado" la mayoría.

Amanece el sábado, llego al pueblo y el montaje es espectacular, banderas, música, carpas, arcos…digno de una prueba de primer nivel. Me tiene que ayudar Román con el chip, puesto que nunca me había puesto uno, y de ahí a esperar a que empiece la prueba. Calentar un poquito, estirar, entrar a ver a la Virgen del Pino, hablar con los amigos, ver pasar al líder la Ultra Sebastien Chaigneau…pero deseando que sean las 11:00 para empezar. Como tengo claro que mi objetivo es llegar no me importa coger un sitio preferente en la salida, y de esta manera me doy cuenta que salgo casi en última fila.

Y llega el momento, se da la salida y ahora tocar llegar corriendo hasta la base del Pico de Osorio. Empiezo a un ritmo muy suave y adelantando a muchos corredores, de hecho hasta la casa de Osorio voy  zigzagueando sin dejar de pasar a runners y esto hace que el tramo más duro en el aspecto psicológico pase rápido. Ahora toca afrontar la subida mas larga de la prueba, me lo tomo con mucha filosofía, quizá demasiada, porque me adelantan como si fuera un caracol, lo cual aunque me sorprende no me pone nervioso y sigo a lo mío. Llego a la acequia, el tramo mas estrecho y técnico y que tengo estudiado al dedillo para pasar muy rápido, pero toca ir en cola caminando y pierdo bastante tiempo. 

Ya he entrado en calor y me encuentro muy cómodo, aunque al ser mi primera carrera me da miedo saturarme mucho y sigo a un ritmo pausado. Ahora tocaba la parte más bonita y estaba dispuesto a disfrutarla. Paso sin ningún problema por las zonas de los Altabacales, Los Castillos, Santidad…y llega “mi amigo” el Barranco de Tenoya, el cual supero mejor de lo previsto y adelantando a varios corredores. Ahora toca la dura subida hasta Tenoya, donde vuelven a pasarme como motos muchos compañeros…pero yo sigo a lo mío.

Empezando a coger el ritmo.


Kilómetro 15, superado el avituallamiento, donde aprovecho para comer un plátano y recargar sales. Ya estaba mas de la mitad del trabajo hecho y seguía con bastante feeling, que me abandonaría un poco en el falso llano de subida posterior y la última cuesta de Los Giles. Una vez superada esta ya se que solo una catástrofe me impediría conseguir mi objetivo, y la plácida bajada hasta Las Canteras se torna agradable y rápida, sobre todo cuando pasas sobre la Autovía del Norte y vislumbras al fondo la zona de meta. Aun así siempre con ese miedo interno que me obligaba a “aflojar una marcha” para evitar problemas. De algún modo siempre fui consciente de que estaba en mi primera carrera y no quería cometer errores de novato.

Paso por debajo del puente, llego al cruce con la carretera del Rincón “¿Buenas tardes Señor Agente, puedo cruzar?” –“Por supuesto, pase”. “Muchas gracias…” Y ya estoy en la plaza de La Música, últimos metros, ya está, el trabajo está hecho. Me acuerdo de todos y cada uno de los entrenamientos, de todos los que me han aconsejado, de todas mis dudas y me enorgullezco de mi mismo. Si, lo voy a conseguir…y se me escapa alguna lagrimilla de emoción. Voy con cero problemas, muy fresco dentro de lo que cabe, y solo en las subidas y algún falso llano he dejado de correr. No tengo ni idea de que tiempo estaré haciendo pues me da ansiedad estar mirando el reloj. “¿Habré bajado de las 3 horas? Joder, a lo mejor he ido demasiado tranquilo y empeoro los tiempos de entrenamientos. ¿Mejoraré los registros del año pasado de algunos amigos?”.

Dudas que se resuelven rápido al dar el último giro y fijarme en el reloj, que marca en ese momento las 13:36. ¡Dos horas treinta y seis minutos! Vuelvo a hacer la resta porque no me la creo…pero sí, he parado el reloj en un fantástico 02:36”31 que me coloca en el puesto 96 de 600 participantes y el 14 de mi categoría. Además recapitulo y me doy cuenta de que he ido de menos a mas, incluso en la diferencia de posiciones entre el tiempo intermedio y el final soy uno de los corredores que más oscilación tiene bajando puestos, dato que me impresiona mas que el puesto final incluso En resumen: Todos los objetivos cumplidos, pero sobre todo el más importante: Ganarme a mi mismo.

Me recupero un poco, estiro, bebo agua, una cerveza, como un plátano, otra cerveza y aprovecho para tomar un espléndido masaje que me deja en estado “zen”. ¡Si se esto llego antes a la meta! De ahí a comer al catering que tienen preparado los amigos del Restaurante Hijos de Chencho. Quedo encantando con todo lo que envuelve a esta prueba. Desde el director de carrera hasta el último colaborador todo es amabilidad y la profesionalidad que desprenden es sobresaliente. No falta ni el más mínimo detalle. Y que decir del público, correr ante tanta gente y que te animen y hasta te llamen por tu nombre es un subidón de moral que quiero agradecer a través de esta crónica.

El balance a todas luces no puede ser mas positivo a nivel deportivo, organizador, social y hasta espiritual. Correr la The North Face Transgrancanaria 2012 ha sido una experiencia única…y que ya estoy deseando repetir el próximo año. Solo falta decidir la distancia. 

Con mi primera camiseta finisher.


PD: Quiero agradecer y dedicar esta crónica a mis inmejorables amigos Yeray y Omayra, que no solo me equiparon para la prueba gracias a Carphial, sino que me acompañaron en la salida de la prueba, tramos intermedios y meta. Además de hacer de fotógrafos y hasta servirme de transporte. No tengo palabras para agradecer tanto apoyo que espero corresponder estando aquí siempre. También gracias a los que me mandaron mensajes, whatsapp, twitts, notas en el Facebook…me sentí muy arropado durante la prueba.

Muchas gracias a todos, son lo mejor.

lunes, 18 de junio de 2012

El comienzo


Comienza el 2012 y muchos propósitos se agolpan en mi mente. Necesito reencontrarme a mí mismo, buscar nuevos retos, tal vez algo costoso, que no haya hecho nunca, que me haga sudar la gota gorda…pero siempre en sentido figurado, no literal o deportivo, hasta que un nublado día caminando por Osorio me fijo en esos “locos” que como cada invierno empiezan a invadir los senderos entrenando para la famosa “Transgrancanaria”. Me llama la atención sus completos equipajes, sus bastones deportivos, el que luzcan camisetas de pruebas que han terminado, como suelen ir en grupo disfrutando en convivencia de esta extraña afición…y sigo a lo mío.

Vuelvo a casa, me vuelven a venir a la mente esos runners y Google me lleva a la página de la Transgrancanaria. Solo sé que es una prueba que atraviesa la isla por sus senderos interiores, dura, de cierta relevancia internacional…y poco más. Algunos amigos se han atrevido a recorrerla, todos quieren repetir. Indago en su web, veo las diferentes modalidades con especial atención a la Starter que sale de mi municipio, los requisitos, perfiles de la prueba, algún que otro video en youtube…y repito la operación unas decenas de veces sin saber muy bien por qué.

¿Y si…? No, rotundamente no. ¡Cómo vas a correr de Teror a Las Palmas! ¡Son 24 kilómetros! ¡Y subiendo montañas! En esa época, no hace ni medio año, recorrer 24km me parecía llegar al fin del mundo y volver…que iluso.

Mi cabeza decía que no, pero mi corazón ya había tomado la decisión, el sabía antes que yo que en poco más de un mes estaría en la salida de la famosa The North Face Transgrancanaria en su modalidad Starter,  y claro, al corazón hay que hacerle caso. Así que a los pocos días me inscribí, y ahí las cosas se tornaron un poco más serias.

La primera toma de contacto fue reconocer el trazado, así que con mi amigo Román nos fuimos de caminata por la misma, pero nos perdemos sobre el kilómetro 17 y se nos hace de noche, así que misión abortada y vuelta a casa, aunque de donde nos perdemos hasta la parada de guagua recorremos casi mas kilómetros de los que tiene el evento. De esta primera toma de contacto me quedo con lo duro que es el Barranco de Tenoya, pues me destroza los pies por pecar de pardillo, ya que mis zapatillas deportivas son de asfalto y pasar por allí con ellas es una tortura.

Con mi amigo Yeray reponiendo fuerzas tras el ensayo general.


Los entrenamientos  para la prueba los realizo en un improvisado circuito que recorría un día sí y otro no, consistente (para el que conozca el trazado) en salir de casa, entrar en Osorio,  subir hasta la acequia, de ahí a los Altabacales y vuelta a Teror por la carretera general, 7 kilómetros que recorro en 1:10 y que hago en su mayoría caminando, los pulmones y las piernas no dan para mucho y mis 85 kilos de entonces no acompañaban. Poco a poco la marca va bajando, 1:07, 1:05, 1:01, 00:59…así hasta el 00:51 que marco el lunes antes de la prueba. Casi 20 minutos menos, o lo que es lo mismo un recorte de 3 minutos por kilómetro en poco más de un mes, con carnavales de por medio y casi una semana malo con gripe.

Completo el entrenamiento con algo de bici y dos ensayos generales al recorrido de la prueba. En el primero, acompañado de Efrén y Alejandro, marco un, para mí, asombroso 3:20, tiempo que hubiera firmado el día que me inscribí a la prueba, pues empecé el entreno justo en la puerta de Osorio, es decir, saltándome el primer kilómetro. El segundo ensayo ya me lo tomé de forma más seria, tocaba ver de que era capaz y si realmente podía participar y a ser posible sin llegar el último. En esta ocasión convenzo a mi amigo Yeray para que venga…y también le entra el gusanillo. Me encuentro cómodo durante todo el recorrido y aunque llego bastante cansado, paro el crono en 3:05. ¡15 minutos menos que el anterior y sumándole un kilómetro más! Empiezo a ser consciente de que el reto es posible, y el objetivo inicial consistente en llegar, a ser posible no en última posición y, sobre todo, en condiciones físicas aceptables se reconfigura… ¿Podré hacerlo en menos de 3 horas? ¿Y si me fijo en el tiempo que hicieron mis amigos el año pasado e intento mejorarlo? ¿En qué puesto quedó en el 2011 el que hizo mi tiempo de entrenamiento? ¿Dónde puedo estar? …y lo que en un principio era un reto de superación se convierte en competición, y me preocupo, y me asusto…y me compro unas playeras específicas de Trail, y luego unos compresores, y luego un Buff… No me termina de gustar el estado competitivo en el que ha entrado mi mente, pero intento no hacerle caso, realmente con terminar físicamente bien estaría satisfecho.

Y de esa forma, volviendo loco a mucha gente (gracias por aguantarme), llega el jueves 1 de Marzo. Solo dos días para la carrera pero empezaba la prueba y tocaba recoger la documentación…pero eso ya es parte de la crónica de la carrera.
¡Hasta entonces!

miércoles, 13 de junio de 2012

¿Por qué corro?

Y aquí llega la primera entrada del blog, donde trataré de explicar este veneno que hace unos meses entró por mi cuerpo y va poco a poco colonizando cada parte del mismo... sí, me he convertido en un adicto al running, concretamente al Trail Running.

Y es que correr por la naturaleza se ha convertido en una experiencia embaucadora en la que evadirme de la realidad que nos está tocando vivir, ver el mundo desde su perspectiva más primitiva. Saber que ante las montañas no somos nada, sentirte pequeño. Y disfrutar del silencio, del sufrimiento, del sabor a sangre en la boca, de la cerveza de después...

Y aprender, sobre todo aprender. Conocer mis límites, conocerme mejor, y tornar esta experiencia en una metáfora perfecta de la vida. Ahora sé que con perseverancia, pasión y esfuerzo puedo alcanzar metas que antes me parecían inabordables. Que cuando no puedes mas, siempre puedes dar otro paso, aunque sea por la curiosidad de ver que hay en esa nueva zancada, que aunque tus piernas y tus pulmones digan que no, si eres capaz de controlar tu mente, tu cabeza les ordenará que sí, que si pueden...y finalmente alcanzar el objetivo.

Y todo esto, que hasta hace unos meses desconocía, ahora me sirve para ser más fuerte, para reforzar una autoestima en ciertos aspectos maltrecha y convencerme de que puedo conseguir mi otro sueño: Emprender y ser autosuficiente, ser el dueño de mí tiempo.

De todo eso, como reza el libro de Haruki Murakami, hablo cuando hablo de correr.



PD: Si, también he bajado peso, -pero pobre del que salga a correr solo por bajar peso, porque se le va a hacer cuesta arriba- he vuelto a mi añorada talla 42 casi una década después y hasta, como el magnífico verseador Yeray Rodríguez diría: "Le abro agujeros al cinto y el pantalón no me aprieta. Subo y bajo la bragueta sin ninguna anomalía, regresó mi anatomía a su cotidiano ser, e incluso me vuelvo a ver, cosas que ya no veía".

¿Y de que voy a hablar en el blog?

La intención es hacer un cuaderno de bitácora donde dejar las crónicas de las carreras en las que compita, plasmar mi opinión sobre el material que utilizo, reflejar mis pensamientos, compartir anécdotas...un poco de todo.

Bienvenidos, esto empieza ya...
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