lunes, 26 de mayo de 2014

Test Saucony Progrid Xodus 4


Tras una muy buena experiencia con las Brooks Cascadia 7 en 2012 y otra no tan positiva con la versión 8 en 2013, a principios de 2014 decidí cambiar de marca y darle una oportunidad a las Saucony Xodus para utilizar en tiradas largas y ultratrails. Estas son mis impresiones:
Así son las Saucony Xodus 4 nuevas.
Primeras sensaciones:
Zapatilla (playera, que estamos en Canarias) muy cómoda -como casi todas las de última generación, tampoco es nada nuevo esto- que envuelve el pie a la perfección gracias al sistema Pro-Lock utilizado por la marca Saucony. Desde el principio te das cuenta, pese a su drop de 4 milímetros, de estar protegido a la perfección, así que si lo tuyo es el minimalismo y sentir el terreno... ya puedes dejar de leer porque esta no es tu playera.
Estado actual tras más de 600km. ¿A que parecen nuevas?
Durante mis primeras salidas con las Xodus noté como son más pesadas y rígidas que mis playeras anteriores, incluso en la parte del talón me generaron roces al subir pendientes de mucho desnivel. Poco a poco han ido adaptándose a mi pie y el problema prácticamente ha desaparecido.

Estética:
Aquí cada uno tiene su opinión, por lo que prácticamente es lo de menos y a favor de Saucony debemos decir que la Xodus está disponible en varios colores y modelos más o menos discretos según el gusto del consumidor, en mi caso se trata del que combina azul eléctrico y naranja.
Estado actual de la suela. Impoluta.
Lazada:
Los cordones no son fáciles de desabrochar, punto a favor de Saucony tras venir de unas playeras a las que debía anudar con fuerza para que aguantaran pero que siempre terminaban soltándose. Nunca he tenido problemas con los lazos, además incorpora el bolsillito para guardarlos, eso si, mejorable al ser de dimensiones reducidas.
Así quedan tras entrenar por barro.
Upper:
Combina malla, cuero y dispone del práctico Thoe Shell, un refuerzo de plástico en la puntera que minimiza de forma notable los impactos en dicha parte. También trae recubrimientos plásticos en el talón para protegerla, pero que al principio debido a su dureza pueden incomodar algo como ya comentaba en párrafos anteriores. Transpira perfectamente al contar con un sistema de ventilación que difícilmente veremos en su competencia, lo que a su vez implica que al entrar en zonas húmedas el pie se nos va a mojar rápidamente, pero generalmente no tendremos la sensación de estar pisando un charco dentro de la zapatilla, que además tiende a secarse de forma rápida.
Buen agarre en terrenos resbaladizos.
Suela:
Entramos en el apartado más destacado de la Saucony Xodus, es de la marca Vibram y cuenta con tacos multidireccionales, por fuera una banda naranja para mejorar la tracción en superficies lisas y por dentro los tacos Powergrip que se adhieren al terreno a la perfección. Los he probado en todo tipo de condiciones y ninguna queja, tal vez en barro no evacuan todo lo que cabría esperar, pero sin dejar de ofrecer buenas sensaciones. No obstante lo mejor es su durabilidad, mi par, tras más de 600 kilómetros, una carrera en mojado y la Transvulcania con su particular firme, se mantiene impecable y dispuesto para afrontar un mínimo de otros 600 kilómetros más. No creo que me quede corto si digo que tienen una vida útil el doble o triple que sus competidoras. El único desperfecto es un pequeño corte en la malla que envuelve el logo, debido supongo al paso junto a una roca afilada en la Transvulcania.
Se pueden apreciar los tacos y como absorbe el impacto.
Conclusión:
Zapatilla perfecta para corredores de peso medio-alto que busquen comodidad, una playera envolvente con buena amortiguación y bastante durabilidad (cambiarás de modelo más por aburrimiento -si, somos de esa pasta y lo sabes- que por necesidad), así como para corredores más rápidos que quieran tener un calzado adecuado para tiradas largas y ultras. No las recomendaría para corredores que busquen una zapatilla de competición ligera para carreras cortas, situación en las que las Saucony Peregrine se defienden mejor.

Notas:
Peso: 5
Amortiguación: 9
Estabilidad: 8
Protección: 9
Durabilidad: 10
Comodidad: 7

miércoles, 14 de mayo de 2014

La crónica más dulce. Transvulcania 2014.


Que ganas tenía de escribir esta crónica, de poder decir que soy finisher de la Transvulcania. Y al fin pude conseguir el reto. ¿Preparamos café, té o mejor ponemos unas cañas y nos ponemos a leer? Venga, empezamos.

Jueves 8 de Mayo: 
Tras 15 horas de viaje sobre la mar picada y pasar por cuatro de las siete Islas Canarias llegamos a Los Cancajos, donde en nuestro hotel creo que batimos el record Guinness al mayor tiempo de espera para el check-in. A descansar.

Viernes 9 de Mayo: 
El despertador suena temprano, carrerita muy suave por la avenida donde me duele cada hueso y me siento cansado, lo que quiere decir que todo es normal. Luego algo de Turismo por Santa Cruz de La Palma y directos a recoger la bolsa del corredor. Empiezo a darme cuenta de que estoy en Transvulcania.
Con los titanes el día antes.
Iván, gran corredor y mejor persona.
Tras recoger el dorsal y saludar a decenas de amigos nos vamos a comer al Chipi-Chipi casi todos los miembros de nuestro sanedrín runner. Costillas, chorizos, chuletas y chicharrones no es lo más adecuado para en 12 horas hacer una ultra, pero era "now or never". Por otra parte, felicitar la visión empresarial del dueño del restaurante italiano de Los Cancajos por coger vacaciones justo esta semana. Que crack.
Reponiendo fuerzas antes de salir.
Al traernos los postres llega posiblemente mi peor momento de la Transvulcania, fuerte  e insólito para mi hasta ese día dolor de cabeza que me tira al cuello y mareos. Estos se van agravando durante toda la tarde sin que el Neobufren o la propalgina puedan pararlos. Por la noche trato de comer algo pero estoy provocado y difícilmente asimilo nada, no puedo estar de pie porque siento vértigo. ¿Pero qué tipo de broma macabra es esta? Si en 5 horas mi estado no cambia la Transvulcania habrá acabado antes de empezar... 

Sábado 10 de Mayo: 
A las 2 de la mañana me despierto sin alarma, hago girar bruscamente la cabeza y parece que no me duele. Me levanto y todo está OK. ¡Bien! Tras toda una ceremonia de preparación me dirijo en la guagua hacia Fuencaliente junto a Manuel y cientos de corredores más. Sobre las 4 llegamos. Hace muchísimo frío y viento, así que tratamos de azocarnos juntitos en un muro. Entre más de 2000 corredores coincidimos en el mismo punto Iván, Jose, Sergio, Antonio, Tato, Manuel y yo. Si tratamos de cuadrarlo no nos sale ni de broma. Así pasamos la hora previa hasta que se va acercando la hora de salir...

5:55:
He intentado situarme lo más próximo posible al arco de salida, pero aún así estoy bastante atrás. El speaker va citando islas para que cada uno salude y al nombrar Gran Canaria el ruido es atronador, mola. Suena "Thunderstruck" de AC/CD a todo volumen y mas que en una carrera parece que estoy en un concierto. Manos haciendo el gestito rockero de cuernos en el aire y 2000 personas gritando "thunder!!" mientras el Speaker va saludando a los Jornet y compañía y estos se pasan el micro entre gritos de guerra y ánimos. Lo que se siente en este momento es un alucine.
Impresiona. (Foto Saul Santos)
 6:00:
¡Y por fin salimos! Esto es de verdad. Me lleva más de 2 minutos pasar por el arco. La salida es tan espectacular como caótica, 1700 personas por un camino donde caben dos...te puedes imaginar la que se forma. Poco a poco la carrera se va estirando y vamos cogiendo velocidad de crucero, aproximadamente por el kilómetro 4, donde por momentos se ensancha el camino y vas tomando altura, puedo mirar a mi izquierda y ver una interminable fila de luz que sigue llegando hasta el faro, se me ponen los pelos de punta, y estos seguirían así hasta casi el kilómetro 7, en Los Canarios, donde alcanzo el primer avituallamiento. Voy bien, descansado y me siento fuerte.
7:00:
Amanece y las vistas empiezan a ser espectaculares, vamos subiendo hasta la cima de Las Deseadas y podemos ver el relieve de varias islas, yo sigo fresco y con ganas de trotar donde se puede, a pesar de ser de picón las cuestas no se me resisten y las voy superando sin problemas, todo marcha perfectamente.  

9:22:
Corono la cima de Las Deseadas, lo peor ya ha pasado, me digo. Que iluso soy...
Camino de El Pilar
9:52:
Llego al Refugio del Pilar, primer avituallamiento sólido, por tanto a desayunar frutita e hidratarse bien. Ambiente de lujo, acaba aquí la media maratón y no me han adelantado muchos participantes de esta distancia. ¿Estaré yendo demasiado rápido? Los kilómetros que anteceden y siguen a este punto son los mejores de la prueba para correr a gusto, y así lo hago, me estoy divirtiendo y todo está pasando muy rápido.
Llegando al Refugio del Pilar. (Foto Yeray Lorenzo).
10:38:
Ya estoy en el Reventón. Empieza a hacer mucho calor pero la brisa acompaña. Todo sigue sin novedad. Empezamos a ver el Roque de Los Muchachos cerca y eso da fuerza y agobia a partes iguales. Todavía hay mucha tela que cortar. Por un momento me veo haciendo cálculos de la hora a la que cruzaré la meta y se me aparece el Cholo Simeone dándome una colleja y diciendo "kilómetro a kilómetro, pelotudo". 

12:14:
Coronado el Pico de la Nieve. Primera ducha de agua fría, no paro mucho tiempo porque el siguiente avituallamiento está a solo cuatro kilómetros, error. Seguimos subiendo ya dentro del Parque Nacional, las vistas de La Caldera de Taburiente son impresionantes y dan ganas de quedarse allí contemplando el paisaje. La carrera se me está haciendo muy corta, ya he pasado el ecuador y no quiero que esto se acabe, pienso. Se ven muchos cuervos. ¿Me estarán acechando por si se me tuerce un tobillo y les sirvo de almuerzo? Ya llevo un buen rato corriendo... ¿Donde está el siguiente avituallamiento?
Los bastones son una gran ayuda. Gracias al amigo Román por prestármelos.
13:00:
Y llego al Pico de La Cruz. Todo sigue bien a pesar del calor. No puedo resistir comerme la parte de chocolate abundante de un bollicao, algo de fruta, Coca Cola y sigo camino del Roque de Los Muchachos. Aquí la carrera marca un antes y un después. Desaparece la suave brisa y entras literalmente en el infierno. La cosa empieza a no ir tan bien...

14:25:
Una hora y media me cuesta recorrer los 6 kilómetros que separan El Pico de La Cruz y El Roque de Los Muchachos. En el perfil no parecía tan duro y visualmente están a tiro de piedra, pero el recorrido y las condiciones aquí son las más exigentes a las que me he enfrentado. En El Roque Sara me asiste perfectamente, verla aquí es un subidón. Me pone agüita, Coca Cola, almuerzo un plato de espaguetis, algunas golosinas...y toca seguir. Ahora todo es bajada. A ver como se da.
Bajando
Y seguimos bajando.
16:00 aprox:
Aquí ya ha muerto la batería del GPS y yo empiezo a ir en reserva. Voy conservando mucho, la bajada es infernal, tanto por el firme bacheado como por su desnivel y el calor abundante. Menos mal que las piernas responden, pasar por aquí con problemas musculares debe ser una tortura. En El Time veo como muchos corredores deciden retirarse, realmente este punto para mi es el peor de toda la carrera, si te paras ya no arrancas. Tras pasar unos buenos minutos bajo la cuba de agua y reponer líquidos reanudo el camino a Tazacorte, va quedando menos...
Pasando por Tazacorte
16:50:
Se acabó el infierno, pienso al llegar a la Playa de Tazacorte mientras me doy cuenta de que he invertido mucho más tiempo en esta cruel bajada que los participantes del Kilómetro Vertical por el mismo sitio...y subiendo.
El ambiente aquí vuelve a ser bestial, realmente sin esos ánimos a todos los corredores habría que sumarnos al menos media hora más de carrera. Cuando nuevamente creo que ha pasado lo peor, me encuentro con dos kilómetros por un barranco similar al de Tenoya pero a más de treinta grados y posteriormente varias cuestas interminables con una pendiente brutal. Ya esto empieza a hacerse largo y mi ritmo se asemeja al del estilo walking dead, afortunadamente justo en ese momento aparece ante mi la avenida principal de Los Llanos de Aridane, ya casi lo tengo...
Al fondo, entrando a meta.
17:42:
¡Meta! ¡Finisher! Se acabó el sufrimiento (o eso creía, luego lo explico). Atrás quedan meses de entreno, de soledad, de esfuerzo...y todo cobra sentido y vale la pena. Lo que se siente en ese momento, en ese lugar, es mágico. Lo disfruto y saboreo como nunca. 

18:00:
Tras pasar por la piscina de hielo me dispongo a darme un masaje para descargar un poco...y los calambres hacen acto de presencia. Es la primera vez en mi vida runner que aparecen, por lo que estoy algo desconcertado. Me levanto de la camilla y siento que me voy a desmayar, así que directo para el puesto de la Cruz Roja. Diagnóstico: Deshidratación y tensión por los suelos. Una hora y media, 3 bolsas de suero después y tras ver por primera vez la cara B de las carreras, ya estoy listo para disfrutar algo del ambiente de la zona de meta.

Y esto es lo que dio de si la Transvulcania 2014. Un evento que nunca olvidaré. Cometí errores como el desconocimiento del trazado, no llevar polainas y ser irregular a la hora de tomar pastillas de sal. Por otra parte me queda resolver si los problemas posteriores fueron por deshidratación o por sobrehidratación (si de algo estoy seguro es que bebí muchísima agua). Primero es la salud y no quiero arriesgarla por tonterías.
Postureo Finisher
El recorrido es bonito, pero no es de los que se adaptan a mi gusto, a pesar de eso, por el ambiente que se vive allí pienso repetir. Ya he dedicado una entrada completa a ese aspecto, simplemente decir que no se puede explicar con palabras. La afición palmera, un diez.

La organización, perfecta. El voluntariado es una maravilla, por primera vez participo en una prueba donde te ayudan a quitarte el chip, por poner un ejemplo. Solo un pero, la salida es una locura que se solucionaría con cajones o simplemente pasando los primeros kilómetros por la carretera, pero da igual, sobresaliente, y este año no era fácil por la coyuntura política que ha vivido La Palma.

No quiero extender más esta interminable crónica (creo que es la más larga que he escrito) pero imposible no agradecer a todos los amigos que han estado pendientes de mi. Familia, amigos, compañeros del club, blogueros, tuiteros...a todos, GRACIAS. Suena a tópico, pero el cariño de todos y cada uno de ustedes llega muy dentro. Pasé horas contestando whatsapp y tuits, y lo hice muy feliz. Son grandes. Gracias también a los amigos que me encontré en La Palma y me animaron, al fin y al cabo lo mejor de las carreras son estos momentos, especialmente a Esther por acompañarnos de nuevo y no dejar sola el sábado por las carreteras palmeras a mi mujer. Y acordarme especialmente de Samuel, mi entrenador, porque esas horas de gym obligadas y sus entrenos específicos me ayudaron a terminar la carrera siendo una persona humana y no un zombie. En otras pruebas quiero ir más rápido para demostrar como progresa uno poniéndose en manos de EntrenaTrailGC.

Pero esta carrera es para Sara. Sin ella no hubiera podido ni estar en la línea de salida. Me ha aguantado mil y un "y si...", "voy a probar con..." no ya con resignación sino participando de mi delirio. Se ha quedado sin salir todas y cada una de las noches de sábado porque yo madrugaba los domingos. Y claro, muchos domingos por la tarde igual porque quien escribe estaba demasiado cansado de andar por el monte. Se ha encargado de una mudanza con menos ayuda de la que debería por mi parte y siempre, siempre, siempre, ha estado a mi lado apoyándome, animándome y acompañándome. La finisher real de esta Transvulcania es ella y todo el mérito es de ella. Te Quiero.
Lo pasamos como enanos...
Hasta pronto, Transvulcania.

#KeepPushing


DATOS TÉCNICOS:

Prueba: Transvulcania Salomon Nature Trails. Ultramaratón. 10 de Mayo.
Kilómetros: 73,3
Tiempo: 11h.42m.09s.
Posición: 336 general, 311 Masculino 274 senior. 94 canario. (1459 finishers).
Minutos por Kilómetro: 9,34
Ganador: Luis Alberto Hernando 6:55"41 y Anna Frost. 8:10"41.
Clasificaciones:
  Ultramaratón    -    Maratón     -     Medio Maratón
Fotos:

lunes, 12 de mayo de 2014

¡Gracias La Palma! ¡Gracias Transvulcania!


Mira que había escuchado y leído acerca del fenómeno Transvulcania mil veces, pero la realidad siempre supera a la ficción...

...I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E!!!!

Dedicar un simple párrafo en mi crónica de la carrera (que estará disponible en unos días) hubiera sido insuficiente e injusto, porque lo que ocurre allí no se puede describir con palabras, hay que vivirlo.

Ya el día antes la isla es un hervidero de camisetas finisher de las pruebas más importantes del planeta. Zegama, MontBlanc, Transgrancanaria...corredores de prácticamente todo el mundo conviviendo en apenas unos kilómetros cuadrados con un brillo especial en los ojos, sabedores de lo que van a vivir.

Y es que desde las 6 de la mañana hasta bien entrada la noche prácticamente la isla bonita entera está dando ánimos sin parar a todos y cada uno de los participantes. Llevo poco en este mundo (tal vez mi alucine en parte sea por eso, o tal vez no y eso explique por qué las grandes estrellas vuelvan religiosamente cada año) pero nunca vi algo parecido, ni siquiera similar, en el resto de las carreras en las que he participado durante estos últimos dos años. Te hacen sentir como una especie de héroe...y además consiguen que parezca que estás corriendo por la puerta de tu casa con esa cercanía y amabilidad única.
-¿Eres de la península?
-No, de Gran Canaria, señora.
-¿De Gran Canaria? Ah, de Gran Canaria... pues de aquí, de La Palma.

Es solo un ejemplo de los muchos que viví.

Si me tengo que quedar con un momento...el paso por Los Canarios es sencillamente alucinante. Todo el pueblo en la calle volcado con los corredores, apenas dos metros para pasar y cientos de personas a cada lado de la vía aplaudiendo y animando. Es una cuesta con bastante desnivel, pero no te das cuenta, literalmente te llevan en volandas. A las 6:30 de la mañana. ¡Chapeau!

Pero es que desde las 5 los accesos a la salida en el Faro de Fuencaliente están colapsados por el público, y en el Refugio del Pilar tampoco cabe un alma...ni en el puerto de Tazacorte...los hay que se imprimen la lista de inscritos y te animan por tu nombre, otros que literalmente te empujan hasta la meta, nadie escatima un "ánimo campeón que vas muy bien", miles de niños a ambos lados de la carretera te ofrecen sus manos para que las choques con las tuyas...¡Yo creí que eso era solo a Kilian y los top ten! Y muy raro es la casa abierta de par en par que no te ofrezca agua fresca, clipper, un plátano o una buena ducha bajo una manguera. ¡Hasta los coches a los que obligan las fuerzas del orden público a parar mientras cruzas tocan sus bocinas en plan festivo y te insuflan energía! Esos conductores, en cualquier otro lugar del mundo te miran como diciendo "Ahora tengo que pararme porque la panda de locos estos tienen ganas de correr..."

¿Y la llegada a Los Llanos? Eso es el no va más. Un último kilómetro donde pasa todo el sufrimiento y eres capaz de correr cuando ya no hay fuerzas. Te llevan ellos, desde las terrazas de los bares, las azoteas, la avenida...más niños chocándote las manos, más padres alentándote, voluntarios que con una sonrisa se esfuerzan en que no te falte de nada...tienes una isla entera detrás empujándote a la meta.

El día siguiente es una dulce resaca de polos finishers que inundan calles, aeropuerto y puerto, caras de satisfacción y despedidas. Miradas cómplices de "lo conseguimos" y de "no pasa nada, el año que viene lo volvemos a intentar". 

Y para terminar, nos vamos a casa y el capitán del barco, tras comentar el estado de la mar, nos felicita por megafonía y nos hace saber lo orgulloso que está de llevarnos.

Un millón de gracias y hasta pronto, Transvulcania.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Cuando emprendas tu viaje a Transvulcania, pide que el camino sea largo...


Llegó el momento, este fin de semana disfrutaré de mi segundo Ultratrail. La joven pero ya mítica e histórica Transvulcania, en la isla de La Palma, esa prueba que desde el momento en que me apunté parecía que no iba a llegar nunca, ya está aquí. Atrás quedan tres meses de preparación específica para el gran reto. Casi 900 kilómetros a pie, varios más en bici y alguna que otra hora de gimnasio para llegar en condiciones. Muchos madrugones, el 99% de las salidas en soledad, innumerables kilómetros bajo la lluvia, con un frío impropio de estas latitudes e incluso nieve. He hecho los deberes y los he realizado bien (menos la alimentación, si, ahí sigo erre que erre con mi gula). Por tanto prácticamente enfoco lo que queda como el último kilómetro de una prueba que empezó en febrero y de la que ya solo queda saborear y disfrutar del camino recorrido en busca de la ansiada meta.
Pero no será fácil, el desconocimiento del terreno y el calor, al que no estoy acostumbrado y con el que no he convivido últimamente, serán los grandes enemigos este sábado, espero que no me falle la cabeza y pueda dominar la situación bien. A estos se une nuevamente la gripe, últimamente parezco una fuente de mocos. ¿Por qué me visitan los virus siempre antes de las grandes citas? En la Gran Canaria Maratón y Transgrancanaria 2014 me pasó lo mismo, empiezo a convertirme en especialista en ir lastrado a los eventos importantes. Ya he dicho alguna vez a modo de ejemplo que fui al viaje de fin de curso con las chinas, pero fui.
La chuleta ya está plastificada.
Los objetivos no los tengo muy claros.  Si en la Trasgrancanaria el año pasado bajé de las 12 horas, lo lógico es que en esta carrera, con distancia y desnivel parecidos, estando mejor entrenado y con más experiencia deba bajar esa marca. Puede ser, pero la altitud, el calor y el picón que dificulta las ascensiones convierten a esta prueba en algo más dura. Buceando por las clasificaciones de años anteriores he encontrado a compañeros de mi nivel en 13 y 14 horas, así que tal vez esté elucubrando por encima de mis posibilidades. Veremos que pasa, las 12 horas pueden ser un buen objetivo, pero por cada grado que suba de los 15 habría que añadirle 10 minutos más a ese tiempo. No obstante lo primordial es disfrutar, llegar bien, sano, sin lesiones, agobios o incidencias que remarcar. ¿Donde hay que firmar?

De momento poco más que contar, puedes seguir la carrera en la web o la App de Tracking Sport y ver mis progresos tanto en mi Facebook como en Twitter.

Con más ilusión y ganas que nunca...

#KeepPushing
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